Hay veces que los clientes tienen claro lo que quieren, otras veces tienen ideas no definidas. Sólo hace falta que me lo digan y que me motiven a diseñar y crear algo nuevo, original, y que cumpla con sus expectativas.
Así fue el caso de la comunión de Andrea, los detalles que quería su mamá no los tenía nada claros, así que acudió a mí, empezamos a pensar nuevas creaciones a la vez que descartábamos aquellas que no eran de su gusto. Al final nos quedamos con unos preciosos broches con forma de mariposa.
A parte de ser unos detalles originales y únicos tenían un punto añadido: cada mariposa estaba personalizada con el nombre de quién iba a recibirla.
En resumen, unos detalles con una presentación que a veces no hace falta mucho para que lo tengan todo, ¿no creéis?
Por cierto, si os gustan los detalles de ‘drapets’ y tenéis pensado bautizar a vuestros hijos, o bien la celebración de la primera comunión y/o cumpleaños, pedidme información porque mi agenda de trabajo se está llenando…
Más vale ser prevenido!
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